Skip to content

Un gran viaje hasta Mongolia en moto, novedad en Diëresis

11.000 kilómetros, once países y dos meses subido a una moto. El barcelonés Ricardo Fité decidió participar en 2011 en uno de los rallys benéficos más largos a los que se puede enfrentar un conductor: el Mongol Rally, que se inició en la República Checa y tenía como destino nada menos que la mítica Mongolia de Gengis Khan. Una fascinante ruta por la Europa del Este y Asia Central que este piloto aficionado decidió recorrer por pura vocación aventurera, sin ninguna estructura profesional y contando con muy pocos medios económicos. Ahora Diëresis publica la fascinante historia de este viaje con el título No le digas a la mama que me he ido a Mongolia en moto. La obra aparecerá simultáneamente en castellano y catalán el próximo 19 de marzo.

“La primera vez que oí hablar del Mongol Rally fue un año antes, en una de esas tardes de cervezas con amigos, en las que no paras de ver vídeos y más vídeos en YouTube. Aquel día nos dio por buscar rutas en moto por el Himalaya, y de ahí pasamos a ver viajes por los sitios más inhóspitos del planeta, hasta que uno de ellos despertó especialmente nuestra atención, el Mongol Rally”. Así explica Ricardo Fité, en los primeros compases del libro, cómo conoció la existencia de una prueba que le iba a atraer irremisiblemente y que le llevaría a dejarlo todo para partir hacia el otro extremo del mundo. Además, decidió hacerlo en una moto de los años ochenta, una Yamaha 250, una decisión “romántica e irracional”, reconoce. Sin ceder en ningún momento al desánimo, Ricardo se aplicó a conseguir la financiación, aprovisionarse del material, preparar la mecánica de la máquina y cumplimentar los trámites necesarios. Con el apoyo económico de sus amigos y de algunos pequeños patrocinadores locales consiguió reunir todo lo necesario para ponerse en marcha.

“Rodando por aquellas carreteras me sentía tan feliz que a menudo me reía yo solo bajo el casco, pensando en lo que estaba haciendo y en la multitud de aventuras que me aguardaban”. Desde el primer kilómetro, el piloto barcelonés iba a disfrutar de una experiencia sin igual, que le iba a conducir a países muy diversos, pero todos ellos ajenos a la cultura occidental: Ucrania, Rusia, Kazakhistán, Uzbekistán y la propia Mongolia, entre otros. Procuró alojarse siempre que pudo con los locales. “Desde mi primer viaje aprendí que guardas mejor recuerdo de las noches que pasas en casa de lugareños. Es como salir de la burbuja de seguridad occidental que llevamos en la mochila, y una buena manera de entrar en contacto con la forma de vida del lugar donde te encuentras”.

No le digas a la mama que me he ido a Mongolia en moto narra cómo un sueño de verano se convirtió en realidad. El lector participará en la aventura de conseguir  que una moto vieja vuelva a la vida, y comprobar cómo su piloto llega con ella a Mongolia. La forma de gestionar los sentimientos, las descripciones de los personajes que van apareciendo y los diálogos con ellos harán que el lector se sienta en primera fila de esta particular aventura.

Mira el documental grabado durante su viaje.

Compra el libro aquí.

També en català.

 

LA OPINIÓN DE DESTACADOS MOTORISTAS

«Con un lenguaje cercano y humano, Ricardo Fité nos convierte en compañeros de viaje de su travesía hasta la mítica Ulan Bator. Aquí hay libertad, aventura no exenta de riesgo y un gran sentido del humor. Un libro de viajes ameno, divertido y, en ocasiones, inquietante».

Sito Pons, Bicampeón del mundo de Motociclismo

 

«La vida solo se vive una vez, el mundo es para disfrutarlo y la aventura la llevamos dentro por todos nuestros antepasados, que eran aventureros y guerreros. Un placer poder leerte. Muy bueno el libro, el documental y la experiencia. Te felicito».

Jordi Arcarons, ex piloto de rallies y participante del París-Dakar en 16 ocasiones

 

«Viajero de estos tiempos, este libro de Ricardo te divertirá y ayudará a emprender tu propia ruta».

Emilio Scotto, Record Guinness por el viaje más largo en moto

 

«No le digas a la mama que me he ido a Mongolia en moto es un Verano Azul motorizado; una emocionante aventura donde la pandilla está formada por una máquina fiel y un piloto testarudo y soñador. Y, lo más valioso, también es un tatuaje existencial: la vida es un sueño, aprovéchala».

Quique Arenas, director de la revista Motoviajeros

 

«Una aventura con mayúsculas disfrazada de hecho mundano, un viaje como los de antes, perlado de peripecias y de situaciones rocambolescas».

Roberto Naveiras, director del programa Viajo en Moto

 

Esta entrada tiene 0 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito
Volver arriba